Clasificación según realización de los cálculos

  1. Los registradores son los sistemas con el núcleo de cálculo simplificado. Los sistemas de tal tipo cuentan sólo “en adelante”. Para realizar el recálculo en tal sistema es necesaria la intervención del operador que efectuará por sí mismo durante un período de tiempo libre y escribirá los resultados en el sistema de facturación del mes corriente. Para las fallas de tales sistemas, además de realizar los recálculos a mano, puede ser atribuida la ausencia de historia de cálculos, ya que las operaciones se realizan inmediatamente por el operador.
  2. Los semi-autómatas son los sistemas en los que todo el recálculo o su parte se realiza automáticamente. Esto retira parcial o totalmente la dependencia para efectuar los cálculos tomando en cuenta el factor humano, sin embargo para realizar tal recálculo el operador debe efectuar una gran lista de trabajo preparatorio a mano: indicar el período de recálculo, estornar los recargos adicionales, estornar la cuenta para este período, efectuar nuevos recargos adicionales, crear una nueva cuenta, etc.
  3. Los autómatas son los sistemas con cálculo y recálculo automático. Los complejos de programación de tal tipo realizan todos los cálculos automáticamente en caso de modificación por el operador de los datos primarios que influyen sobre la cuantía de saldo. En caso de ausencia del operador el recálculo tendrá lugar automáticamente al cargar nuevos datos: el cargamento de lecturas de contadores del archivo electrónico de notificaciones pagadas, la introducción de lecturas por los abonados a través de internet o de mensajes cortos, la importación de lecturas de los sistemas de telemetría... Los resultados se presentan en el registro para el mes corriente. Las fallas de tales sistemas son la dificultad de su realización, sin embargo es muy fácil y cómodo trabajar con tal sistema.